Fallece el Papa Francisco a los 88 años; inicia el proceso del cónclave para elegir a su sucesor.
Ciudad del Vaticano, 21 de abril.— El papa Francisco, primer pontífice latinoamericano de la historia y figura clave en la renovación de la Iglesia Católica en el siglo XXI, falleció este lunes a los 88 años, informó el Vaticano.
La noticia fue anunciada a las 9:52 (hora local) por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo del Vaticano, quien declaró: “Con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma regresó a la casa del Padre”. En Roma, las campanas de luto comenzaron a sonar en todas las iglesias, en señal de duelo.
Francisco, cuyo nombre real era Jorge Mario Bergoglio, falleció menos de 24 horas después de su última aparición pública, cuando el domingo impartió desde el balcón de la basílica de San Pedro la tradicional bendición Urbi et Orbi, en una escena que, sin saberlo, se convirtió en su despedida ante miles de fieles.
El pontífice argentino cumplió 11 años al frente de la Iglesia, tras haber sido elegido en 2013 en un cónclave histórico, luego de la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI. Su papado se distinguió por una marcada agenda de reformas internas, mensajes en favor de los marginados y una férrea crítica al modelo económico global. Sin embargo, también enfrentó resistencias internas, especialmente de los sectores más conservadores del Vaticano.
Un legado de luces y sombras
Jesuita y hombre de pensamiento progresista, Francisco promovió una Iglesia más abierta, defendió el medio ambiente, abogó por los migrantes y buscó enfrentar con decisión los casos de pederastia que sacudieron a la institución. Su liderazgo dividió opiniones: mientras que muchos lo vieron como un pastor valiente, otros lo consideraron un Papa “populista” por sus posiciones políticas y sociales.
Intentó modernizar la Curia, promovió una mayor inclusión de las mujeres en la vida eclesial y se pronunció abiertamente sobre temas que habían sido considerados tabú, como las uniones entre personas del mismo sexo y el rol de los católicos divorciados.
No obstante, no logró consolidar plenamente sus reformas, debido a la resistencia de una jerarquía eclesiástica que se mostró renuente a los cambios profundos.
Comienza el cónclave
Con la muerte de Francisco, se activa el protocolo conocido como Interregno Papal, un periodo sin pontífice que abre el camino a la elección de su sucesor. Esta etapa está regida por normas milenarias, aunque actualizadas para los tiempos modernos.
El cuerpo del Papa será expuesto en la basílica de San Pedro para que los fieles puedan rendirle homenaje, mientras se celebra una misa diaria durante nueve días, en un rito denominado Novendiales. El entierro deberá realizarse entre el cuarto y el sexto día posterior a su fallecimiento.
Posteriormente, los cardenales menores de 80 años se reunirán en el Vaticano para participar en el cónclave, encerrados bajo juramento de secreto, hasta elegir al nuevo obispo de Roma. El proceso podría durar entre dos y tres semanas, dependiendo del consenso que se logre entre los purpurados.
Francisco ha dejado una huella profunda e indeleble en la historia reciente de la Iglesia. Su fallecimiento marca el fin de una era y abre, una vez más, un capítulo crucial para el futuro del catolicismo en un mundo en constante transformación.
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