El pasado 1º de junio, el pueblo de México dio la espalda a la farsa que Morena quiso presentar como una elección judicial. Con más del 90% de abstención y con un proceso manchado por acordeones y simulaciones, quedó demostrado que se trató de un ejercicio fraudulento, ilegítimo e ilegal.
Desde el Grupo Parlamentario del PRI en el Congreso de la Ciudad de México manifestamos con total claridad: no vamos a legitimar un fraude judicial. Por congruencia con nuestros principios y en respeto a la ciudadanía, no asistiremos a la toma de protesta del mal llamado Poder Judicial de la Ciudad de México.
La justicia no puede ser botín político ni cómplice de un régimen que pretende someter a los jueces a intereses de partido. Un poder judicial nacido de un fraude carece de legitimidad moral y legal para impartir justicia.
Nuestro compromiso está con la gente y con la defensa de la democracia. Seguiremos denunciando cada intento de manipulación y cada simulación que busque debilitar el Estado de Derecho.
La justicia no se impone con trampas; la justicia se construye con legalidad y confianza ciudadana.
