Ciudad de México, a 15 de octubre de 2025. La pieza se erige como un réquiem, compuesto por cortes transversales del paisaje que recorren desde la época prehispánica hasta nuestros días, en un acto de expiación frente a las realidades que nos hieren y conmueven, reafirmando la vigencia de esta corriente artística como un lenguaje que no se limita a la memoria histórica, sino que interpela al presente
Con más de cuatro décadas de trayectoria, Monroy ha desarrollado un lenguaje visual que denuncia la violencia y las injusticias sociales y políticas del país
La Secretaría de Cultura capitalina invita a la inauguración de Tzompantli en el Colegio de San Ildefonso. Se trata de una pieza monumental del pintor, grabador y dibujante, Gustavo Monroy, quien a través del lenguaje visual, entrelaza con crudeza y sensibilidad la memoria y el presente, invitando a las y los espectadores a reconocer en las imágenes el eco de una herida compartida.
En 1920 José Vasconcelos convocó a Diego Rivera, Fernando Leal, Fermín Revueltas, Ramón Alva de la Canal, Jean Charlot, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco para pintar los muros del Colegio de San Ildefonso. Los artistas se encargaron de plasmar el origen histórico y mítico de México, abordando temas como el mestizaje, la revolución y la clase obrera, consolidando al recinto como un espacio fundamental para el arte y la educación en el país, marcando el inicio de un movimiento artístico que transformó la historia del arte: el muralismo mexicano.
Gustavo Monroy, originario de la Ciudad de México, prolonga el pulso del muralismo del siglo XX, al convertir su trabajo en una resonancia de reflexión y en un llamado al compromiso social. A lo largo de más de cuatro décadas, el artista ha construido una obra que, en sus propias palabras, puede entenderse como una auténtica “bitácora de la violencia” en México. La mayor parte de sus piezas reflejan problemáticas que no solo atraviesan la vida del país, sino que también son universales: migraciones, desapariciones forzadas, masacres, feminicidios, opresión e injusticia.
En este contexto, Tzompantli se erige como un clamor por la justicia olvidada y por el derecho a la vida arrebatada. A través de la resignificación de la muerte ritual como ofrenda a Huitzilopochtli, la obra representa un desmoronamiento social y, al mismo tiempo, una forma de resistencia de la vida frente al olvido.
La obra comenzó a gestarse en 2020, en medio de la incertidumbre global provocada por COVID-19, y fue concluida en 2025. El autor encontró su inspiración en el hallazgo de una nueva sección del Huey Tzompantli, descubierto por primera vez en 2015 en la calle de Guatemala No. 24, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Ideada inicialmente como un tributo a las personas fallecidas por la pandemia, esta monumental pieza de óleo sobre tela de 3.10 metros de alto por 11 metros de largo fue ampliando su significado hasta integrarse a la narrativa contemporánea, en la que se acumulan víctimas no solo del virus, sino también de violencias anónimas que forman parte de este altar simbólico de cráneos sacrificados.
Su pieza se erige como un réquiem, compuesto por cortes transversales del paisaje que recorren desde la época prehispánica hasta nuestros días, en un acto de expiación frente a las realidades que nos hieren y conmueven. De este modo, San Ildefonso reafirma la vigencia de esta corriente artística como un lenguaje que no se limita a la memoria histórica, sino que interpela al presente.
La pieza estará exhibida hasta el 29 de marzo del 2026 en el Colegio de San Ildefonso, ubicado en Justo Sierra 16 / San Ildefonso 33, Centro Histórico, Ciudad de México.
Puedes visitar el recinto de martes a domingo en un horario de 11 a 17:30 horas y la admisión general tiene un costo de $50.00; estudiantes y maestros con credencial vigente pagan $25.00; y la entrada es libre para niños menores de 12 años, adultos mayores con credencial INAPAM, Programa de Membresías de San Ildefonso, Prepa Sí (CDMX) y En contacto contigo de la UNAM. Los domingos la entrada es libre para todos y todas.